1a. Quincena del Arte Rosario

«Durante trece años se llevó a cabo la Semana del Arte, el evento cultural que la Secretaría de Cultura y Educación municipal organiza con la iniciativa de trasladar el arte a ámbitos no convencionales: desde las instituciones proyectarlo al espacio urbano y, de esta manera, lograr que una mayor cantidad de ciudadanos accedan y disfruten del patrimonio que les pertenece; además de posibilitar espacios de intercambio entre artistas, gestores culturales, productores y vecinos.

Cada año, a partir de un eje temático específico, se han realizado intervenciones en plazas, bares, comercios, vidrieras, museos, shoppings, reparticiones oficiales y privadas, transporte urbano de pasajeros, escuelas y rincones inadvertidos que reformulan el concepto de arte y transforman la ciudad en escenario de encuentro.

Desde 2018 la Semana del Arte, ante la necesidad de prolongar ese lapso de tiempo, se convierte en la Quincena del Arte.

La actividad nace de una condición y de una posibilidad del arte contemporáneo: una gran parte de las obras de arte actuales surgen desde y para la calle y, muchas de ellas, requieren el contacto con los habitantes de esos lugares. En ese sentido, el evento se postula en el encuentro de las producciones artísticas con los vecinos de la ciudad y las instituciones que les dan presencia. Todos los actores sociales de la ciudad tienen algo que decir. La Quincena del Arte es el momento para hacerlo utilizando el lenguaje artístico.»

I QUINCENA DEL ARTE ROSARIO (CUALQUIER PERSONA ES UN ARTISTA Jeder Mensch ist ein Künstler)

«Hemos realizado trece Semanas del Arte Rosario y, justamente en la decimotercera nos dimos cuenta de que necesitábamos prolongar ese lapso de tiempo, porque ya los eventos que se producían para este programa organizado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario habían desbordado el límite temporal que indica el término “semana”.
Por otro lado. Sabemos que la quincena es una especie en extinción en la relación laboral. Hubo un tiempo en que una cantidad importante de trabajadores esperaba ese término (la mitad de un mes) para recibir su paga. Hoy casi no existe, los tiempos laborales han cambiado (no cabe duda). Por lo menos, en relación a la remuneración. Nosotros queremos que exista desde otro lugar: desde la producción (que implica el deseo, el placer y la pasión) artística. Trabajo, sí, pero trabajo que no excluye el placer sino –por el contrario– lo demanda.
Por eso. Convocamos a artistas a pensar en el lema que introduce esta edición (la primera) de Quincena del Arte Rosario. Pensar (para quienes hacemos 1QAR2018) significa producir desde la práctica artística.
Más allá de que hoy nos resultaría difícil traducir Jeder Mensch como “cada hombre” porque somos políticamente correctos, pero –en verdad– porque sabemos que (más allá de lo idiomático) para Beuys Mensch era el término que incluía a la especie humana, creemos que podemos hacer esta pregunta a los habitantes de Rosario: no queremos preguntarles si se sienten artistas (porque sabemos que esa pregunta está históricamente restringiendo la respuesta) sino ofrecerles la posibilidad de experienciar esa práctica. Los modos que ha asumido desde hace algunas décadas el arte contemporáneo nos permite creer en esta posibilidad. Se trata de que el habitante de Rosario (el ciudadano, la ciudadana), se encuentre participando –de alguna, de algunas diversas maneras– de esta Quincena. Entonces. Las intervenciones que tendrán lugar durante esos quince días (trece en realidad) propondrán a los vecinos de la ciudad algo que desde algún lugar los saque de esa zona de no propiedad: la de espectador del arte: sea desde cierto corrimiento de sentido que demanda el corrimiento de la propia posición de contemplación pasiva para que devenga en experiencia que implica su propia subjetividad (y su vínculo con la ciudad) hasta acciones que involucren a quienes quieran participar, en la producción misma de esas intervenciones urbanas.
No es una propuesta pretenciosa: todo lo contrario, parte de la humildad y el compromiso no grandilocuente ni ampuloso, aunque sí ambicioso, ya que intenta reunir a quienes antes estaban separados por una especie de abismo de sentido (artista y espectador) en un lugar compartido: la producción de eventos artísticos para ser disfrutados por la vecina y el vecino de Rosario. Eso es todo.»

Roberto Echen. Curador 1QAR|2018