Casa de Ladrillos de Ventura Virzi arquitectos, Premio VIII BIAU Cadiz 2012.
- El Proyecto de la vivienda surge a partir de la elección del ladrillo el acero y el hormigón como materiales de la problemática «tectónica» (1).
El uso fue entendido como el programa resultante de las acciones básicas que se realizan en una vivienda: estar, traspasar, observar, descansar, cocinar, comer, dormir, etc…Se trabajó con la interacción de estos usos donde la construcción espacial fuera el fin último para establecer nuevas configuraciones espaciales a ser construidas en una vivienda unifamiliar de 90m2 cubiertos y una superficie de terreno de 75 m2.
Se creó una planta que genera ventilación cruzada en todos los espacios de uso, permitiendo que los vientos del norte faciliten la disminución de la temperatura y la humedad en verano mejorando las condiciones de confort, reduciendo también la demanda energética. Se adoptaron materiales de construcción tradicional en Argentina que poseen buena capacidad de aislación térmica incluyendo los paños acristalados con perfilería de aluminio y vidrios dobles.
El sistema de muro parasol construido en ladrillos cerámicos, trabajado en las ideas de Wladimiro Acosta, consiste en un conjunto de losa visera y parantes como marco de protección solar delante del edificio que regulan la entrada de rayos solares y conforman un recinto de sombra en épocas de verano, generando un efecto de aire sobre los paramentos del edificio que Acosta denominaba Aura Térmica.
[ad name=»468×60″]
[wpgmza id=»114″]
Ficha técnica:
Arquitectos: Ventura Virzi arquitectos. www.venturavirzi.com
Ubicación: La Habana 3767, Buenos Aires, Argentina
Año: 2011
Equipo de proyecto: Daniel Ventura, Andrés Virzi, Juan Pablo Callegari
Colaboradores: Maximiliano Atanasoff, Juan M. Lagomarsino, Mario Rabinovich, Lucía Rodríguez, Joaquín Rodríguez Althoff
Maquetistas: Agustina Pérez Moreno, Pedro Cabrera, Alejandra Dalpra, Mijaíl Jara
Fotografías: Ventura Virzi arquitectos, Federico Kulekdjian
(1) Kenneth Frampton considera la Tectónica no solo como una “mera revelación de la técnica constructiva, sino, más bien, a su potencial expresivo. La tectónica adquiere carácter de verdadero arte en la medida que equivale a una poética de la construcción… La inevitable naturaleza terrestre de un edificio posee un carácter tan tectónico y táctil como escenográfico y visual, aunque ninguno de estos atributos niega su espacialidad.”