- Sin duda el blanco es una gran elección para decorar casas frescas, relajantes y visualizar ambientes más amplios.
Para sacar el máximo partido de la decoración en blanco, tan to en elegancia, atemporalidad, pureza, sencillez, belleza e iluminación las mejores claves son:
Elegir diferentes tonos de blanco para lograr un efecto de mayor volumen entre el pisos, las paredes y los muebles, para que no se convierta en una «torta decorada en blanco»
Apostar a una selección de textiles con diferentes texturas para «recortar» en alfombras, almohadones, mantas y pantallas de lámparas.
Sumar el plateado o dorado como aliados en pequeñas dosis en lámparas de pie, floreros y patas de algún mueble y que la terminación en lo posible no sea muy brillante, por eso elegir tonos satinados.
Banquetas, cómodas y baúles seleccionados en tonos de blanco como accesorios personalizan el ambiente y se convierten en los aliados perfectos del orden. Se las considera piezas comodín.
Jerarquizar el ambiente con juegos de luces y sombras, incluir nichos o estantes sobre alguna pared para que el espacio tenga cadencias u objetos que generen volumen sobre un muro, ya que al tener volumen con las luces también producen sombras.
Con el blanco se pueden incorporar maderas en tonos claros y medios, con esto se consigue un espacio armónico sin contrastes de impacto.
Considerar que el blanco requiere un mayor mantenimiento que otros, por eso al elegir los textiles y materiales deben ser de limpieza sencilla y fácil mantenimiento.