Eduardo Kobra viaja por el mundo pintando murales. Nacido en San Pablo Brasil. Su trabajo tiene en cuenta la historia y cultura de cada lugar.
Wynwood es hoy el barrio de diseño de Miami, con grandes muros de edificios industriales abandonados que son atracción para los artistas urbanos. Años atrás el barrio no podía ser visitado, porque el abandono de sus depósitos fueron lugar de ocupación de pandilleros. Los artistas callejeros visualizaron la posibilidad de expresar su arte en esas inmensas paredes casi lisas. Eso fue el comienzo que luego con el trabajo y visión de Tony Goldman, alguien a quien los norteamericanos llaman un placemaker: un especialista en recuperar zonas deprimidas y decadentes que revitalizó el South Beach de Miami y el SoHo en Nueva York.
Wynwood era un lugar sucio, con edificios sin valor arquitectónico, el comienzo perfecto para lo que no existía en Miami, transformarlo en un distrito de arte, y lograr que el graffiti pasara a ser el protagonista del barrio.
Recorriendo el lugar, uno de los artistas que han dejado su huella en Wynwood es precisamente Eduardo Kobra, que tiene además obras murales de graffiti en Roma, una dedicada a Malala Yousafzai, el tributo a Oscar Niemeyer en San Pablo y en muchos otras ciudades internacionales más.
Su trabajo está basado en el uso de grandes superficies de las ciudades generalmente edificios abandonados de los años 1930 a 1940 pero que son identitarios de las ciudades. Las obras también muestran a los personajes más destacados que vivieron por esa época, rememorando así la historia para los observadores actuales.
Hoy, en Wynwood, Miami, se realizan las muestras de arte de las ferias satélite que generan mayor atención durante el Art Basel Miami Beach. Además de ser uno de los puntos más visitados en esa fecha, Wynwood recibe durante todo el año grupos de turistas interesados en el nuevo perfil artístico de Miami. Conviven ahora negocios de diseño internacional con galerías de arte y atractivos puntos gastronómico.
Imágenes AMS