Jardines verticales

Jardines verticales

  • Surgen  jardines verticales y techos vivos. Un tapiz de plantas florecidas adorna las paredes exteriores de los edificios y tambuién plazas

Dentro del centro comercial Dolve Vita de Lisboa ondula un afelpado prado vertical. En el Café Trussardi de Milán, los comensales se sientan en un patio en forma de caja de vidrio bajo una insinuación de cielo: una vibrante nube de  hojas verdes y cascadas de enredaderas y flores. The Plant, el antiguo edificio de un frigorífico de Chicago, se ha transformado en una granja ecológica habitada por cultivadores de hongos y hortalizas hidropónicas.

Patrick Blanc, botánico y pionero del jardín vertical, diseñó o inspiró las paredes vivas del nuevo Jardín Botánico de Nueva York y un edificio de departamentos delujo de Sidney, entre docenas de empresas, viviendas, escuelas y museos, cuyas paredes se mueven suavemente y florecen. El objetivo es lograr casas y espacios públicos que sean organismos vivos que limpien el aire de contaminantes, aumenten el oxígeno, reduzcan elruido, ahorren energía y renueven el espíritu. Los techos sembrados con uña de gato y otras plantas suculentas florecen, cambian de color con las estaciones, son un hábitat para las aves y, lo que es más importante, reflejan el calor.

La gente se vuelca a centros urbanos donde el espacio es limitado, las ciudades con paredes y techos verdes y las huertas de los rascacielos ofrecen bienestar y salud, recursos renovables, una provisión confiable de alimentos y alivio al medio ambiente. Un edificio vivo es una entidad que tiene su propio metabolismo, que necesita que un cerebro lo alimente.

Tras la creación de un primer prototipo en el año 1991, Blanc fue aclamado tres años después por el público  en la tercera edición del Festival de Jardinería en Chaumont-Sur-Loire, una importante cita anual para las innovaciones en jardinería y paisajismo. Luego comenzo a diseñar arquitectura de conciencia ecológica en espacios públicos, viviendas privadas y espacios comerciales como las tiendas de  Girbaud en París o los espacios cubiertos de helechos y musgos para compañías como Samsung o HypoVereinsbank.

La creación de este tapíz vegetal orgánico proviene de las investigaciones que Blanc remonta a la década de los 70 en las selvas tropicales de Tailandia y que lo llevó a diversos rincones del planeta, desde que en 1982 está  en el  Centro Nacional de investigación Científica de Francia. Obtuvo premios como la Medalla de Oro de la Academia de Arquitectura Francesa   y recibió la Orden Chevalier de l´Ordre des Arts et des Lettres, este investigador considera a sus creaciones como una pintura viviente protectoras de la biodiversidad.

Sus muros vegetales crecen tanto en espacios abiertos como en el interior iluminados por luz artificial. Donde quiera que el agua esté disponible, como en las selvas tropicales, las plantas pueden crecer sobre las rocas, troncos de arboles, la entrada de cuevas y colinas carentes de suelo.

Sin embargo el pionero fue el brasileño Burle Marx (1909-1994) uno de los más importantes paisajistas del siglo XX. Ecologista convencido, Burle empezó a investigar modos de reemplazar las especies importadas por otras autoctonos de Brasil, más sostenibles.

Hoy, lo aplican arquitectos famosos como Herzog y De Meuron que cubrieron de musgo la tienda Prada de Tokio, o el muro verde de la Caixa Forum en Madrid. En Paris Jean Nouvel Tapizó la entrada de la Fundación Cartier, quien contó con la colaboración del Patrick Blanc.

El riego y la fertilización se realiza de forma automática y el mantenimiento se minimiza colocando especies adecuadas al clima. Según Blanc, las ventajas de estos jardines son muchas: promueven la biodiversidad, aislan térmica y acusticamente y purifican el aire.


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Más información en el sitio web de Patrick Blanc