Para entender mejor la arquitectura debemos conocer los movimientos arquitectónicos básicos históricos.
Hablar de arquitectura es observar la dinámica que tiene una ciudad en un período de su historia, pues a través de ellos se revela la visión de una época. Durante siglos se vienen presentado movimientos arquitectónicos que fueron inspiración para el cambio para futuras generaciones de diseñadores y proyectistas, que con sus ideas se convirtieron en agentes de cambio.
Arquitectura Gótica
Tuvo su origen en la alta Edad Media de Francia, entre los años 900 y 1300. El vocablo “gótico fue utilizado por primera vez por Giorgio Vasari (1511-1574), quien lo empleó para calificar como confusos y desordenados los diseños.Lo que hoy en día conocemos como arquitectura gótica tuvo como nombre original Opus Francigenum, u «Obra Francesa». Las principales obras góticas están relacionadas con construcciones eclesiásticas, que presentan características típicas del estilo. La mayoría de los edificios góticos son considerados Patrimonio Mundial de la UNESCO, como la Catedral de Notre-Dame en París y la Catedral de Reims.

Barroco.
El término se deriva del portugués y significa «perla de forma diferente o irregular», se utilizó para indicar la falta de orden del nuevo estilo. La arquitectura barroca se caracteriza por su complejidad, estar cargada de detalles, la importancia de la luz y su gusto por lo teatral. Las obras que se realizaron incluyen palacios, eclesiásticas, urbanísticas, grandes jardines y galerías, que buscan la riqueza decorativa. El barroco novohispano se caracterizó por una destreza artesanal y una expresividad en el uso de las formas y el color. La Catedral de Puebla representa la magnificencia de las obras arquitectónicas de Nueva España.
Neoclásico
A partir del siglo XVIII, la arquitectura del período neoclásico inició los esfuerzos para retomar lo que se produjo en antigua Grecia y Roma. El estilo surgió en respuesta al contexto social y económico, la Revolución Industrial en Europa. La arquitectura se caracteriza por ser de orientación racional y simétrica, todo lo contrario, al periodo Barroco. Este movimiento se extendió hasta el siglo XIX, y se manifestó en varios países de Europa. La Puerta de Brandeburgo en Berín, es una de las grandes construcciones que representan este estilo.

Arquitectura brutalista
Beaux Arts
El estilo académico tiene origen en la Escuela de Bellas Artes de París, a mediados de 1830. La arquitectura se distingue por ser precisa en su diseño, pero con una ejecución que le añade una gran profundidad en los detalles. Los edificios de este movimiento incorporar en su estructura al metal y el vidrio como elementos fundamentales de su construcción. Fue una referencia para arquitectos como Louis Sullivan, conocido como «el padre del rascacielos» en Estados Unidos y mentor de Frank Lloyd Wright. Un importante ejemplar del estilo es el Grand Palais de París, y en Estados Unidos, la Estación Central de Nueva York.
Movimiento Moderno
En la arquitectura, este movimiento comprende la primera mitad del siglo XX. Se destacan La Bahuaus, en Alemania, Le Corbusier en Francia y Frank Lloyd Wright en Estados Unidos de América.
Le Corbusier fue un personaje fundamental para la arquitectura moderna, con su publicación de los «Cinco Puntos de la Nueva Arquitectura» en 1926. Las edificaciones de este periodo les dieron nuevas dimensiones a los nuevos materiales industriales como el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio plano. Entre las obras destacadas se encuentran el Congreso Nacional de Brasil por Oscar Niemeyer y el Museo Solomon R. Guggenheim en Nueva York por Frank Lloyd Wright.
Posmoderno
Este movimiento que surge en los años 1950 se consolida hasta la década de 1970. También es definida como «neoecléctica» donde la referencia y el ornamento han vuelto a la fachada, en sustitución de los estilos modernos sin ornamentos. Con este movimiento la forma arquitectónica ya no se define únicamente por sus requisitos funcionales o mínima apariencia. La arquitectura posmoderna tuvo auge en América y Europa, con obras como la Nueva Galería Estatal de Stuttgart por James Stirling y las Torres Gemelas por Minoru Yamasaki. Robert Venturi estuvo a la vanguardia de este movimiento con su libro “Complejidad y contradicción en la arquitectura”, publicado en 1966.
Deconstructivismo
Es una corriente inaugurada en los años 1980, que se caracteriza por la fragmentación, el proceso de diseño no lineal y la manipulación de las estructuras. Tiene su base en el movimiento teórico-literario deconstrucción y en el constructivismo ruso de 1920 de donde, además, toma su nombre. Este estilo que ha perdurado hasta la actualidad ha sido explorado por Frank Gehry, Rem Koolhaas, Peter Eisenman, Zaha Hadid, entre otros. La apariencia visual de los edificios de este estilo se caracteriza por un caos controlado. El Museo Guggenheim de Bilbao, España, de Frank Gehry, es uno de los edificios más espectaculares del deconstructivismo.
Brutalismo
– El brutalismo surgió del Movimiento Moderno y que tuvo su auge entre las décadas de 1950 y 1970. En sus principios estaba inspirado por el trabajo de Le Corbusier y Eero Saarinen. El término tiene su origen en el término francés béton brut u ‘hormigón crudo’, un término usado por Le Corbusier para describir su elección de los materiales. El crítico de arquitectura Reyner Banham adaptó el término y lo renombró como «brutalismo» (brutalism, en inglés), término que identificaba el estilo emergente.
Algunas construcciones emblema son la Geisel Library en San Diego por William Pereira y el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou en París por Renzo Piano. Y el Arq. Clorindo Testa con la Biblioteca Nacional de Argentina en la Ciudad de Buenos Aires.