Qué son los colores neutros, el gris

El negro es elegancia y sobriedad. El blanco es pureza y luminosidad. De esta unión de colores neutros por excelencia nace otro con múltiples matices: el gris. Una opción perfecta para crear espacios serenos, modernos y, sobre todo, distinguidos y elegantes. El gris es un color que funciona en todo tipo de estilos.

Definición de colores neutros:
Son variaciones sutiles sobre blancos, grises y beiges. Los colores neutros en interiorismo también son colores. Cualquier color de baja intensidad se considera un color neutro.

El gris y toda su gama cromática es uno de los más versátiles en decoración y está de moda. Otorga un toque más actual a los ambientes y dará mucho juego para combinarlo con otros colores.

Cuando más clara sea la tonalidad del gris que elijamos, más luminosidad conseguiremos en la habitación. Combinarlo con paredes y complementos en blanco refuerza este efecto.

 

Al ser muy combinable, el gris es ideal para el sofá. De esta forma, tendremos una base atemporal sobre la que actualizar la decoración con cojines y plaids con los colores de tendencia
de cada temporada.

El gris tiene fama de anodino injusta. El gris es el color de la elegancia y permite tanto combinaciones elegantes y sofisticadas como modernas y actuales.

En la cocina, por ejemplo, el uso de la madera natural como compañera del gris, aportará un contrapunto cromático interesante y un toque de calidez.

 

 

Desde el punto de vista emocional, el gris genera efectos positivos en las personas. Según la psicología del color, representa el equilibrio y la armonía.

Su protagonismo en decoración va en aumento en los últimos años, hasta convertirse en color de moda. En parte, gracias a su capacidad de adaptación.

 

 

 

 

La amplia gama de matices del gris armoniza con la mayoría de las habitaciones de la casa. Si nos decantamos por el look gris total, podemos jugar con diferentes tonos para crear un espacio más dinámico.

Imagenes: Westwind